El Modelo de Madurez es un proceso de autoevaluación que se puede aplicar a una empresa para detectar la madurez de los procesos de Calidad de Datos y Gobierno de Datos.

Por Lina Ferraiolo, consultora principal del Grupo Kirey

Las ventajas del modelo de madurez

El Modelo de Madurez puede introducirse en una empresa como propedéutico a una evaluación destinada a sacar a la luz la situación AS IS de la solución de los problemas de Gobernanza y Calidad de Datos, y su uso, como primer resultado adicional, proporciona implícitamente la declaración consciente de un objetivo: para medir, es necesario calibrar un sistema y las unidades de medida. En este caso, aclarar y expresar explícitamente los resultados que, por grados sucesivos, se pueden alcanzar, permite construir la escala de valores que subyace a la medición.

Un segundo resultado que se obtiene es el perímetro de los sectores primarios de intervención, es decir, la identificación de los campos o áreas de negocio, objeto de la encuesta.

El modelo de madurez del Grupo Kirey

El modelo ofrecido por el Grupo Kirey propone la elaboración de un cuestionario que recoja un número suficiente de preguntas para cubrir las diferentes direcciones en las que se expresa el gobierno y la calidad de los datos.

El modelo, procedente de la literatura, expresa la madurez a través de los siguientes grados sucesivos:

⇒ Inicial
⇒ Repetible
⇒ Definido
⇒ Gestionado
⇒Optimizado


El significado literal de las calificaciones, más aún si se declinan en las áreas temáticas específicas en las que se agrupan las preguntas, representa la primera aproximación para la definición de un camino de mejora hacia un objetivo ideal pero alcanzable.

El sistema de respuestas, convenientemente traducido en valoraciones objetivas, y un algoritmo de cálculo, traducen la encuesta en una medida igualmente objetiva de un nivel, y manifiestan el valor de la cobertura con respecto a la escala: figurativamente, se destacan así los objetivos alcanzados.

Un cuestionario con sus respuestas encuentra su plenitud junto a la identificación de la muestra, es decir, el conjunto de destinatarios a los que debe dirigirse: la propuesta promovida por Kirey se orienta a identificar los sectores empresariales más sensibles a los temas de Gobierno y Calidad de Datos. Por lo tanto, en este sentido, encontramos la potencialidad del modelo con respecto al desarrollo, integración y extensión de las encuestas posteriores a otros sectores, según una orientación y una definición de prioridades y relevancia de la aplicación del modelo.

Se hace evidente, por tanto, cómo el análisis de la encuesta realizada mediante el Modelo de Madurez representa el volante para definir la carta de navegación para la definición progresiva de un sistema de Gobierno de Datos y Calidad de Datos: se tienen los objetivos perseguibles, se tiene un perímetro de actuación, se tienen los actores implicados y se conoce la situación de partida. La variable del tiempo sigue siendo "no valorada": ¿cuánto tiempo se necesita para aplicar el Mapa de Carreteras y llegar a un nivel considerado "maduro" para una empresa?

También para responder a esta pregunta, el modelo del Marco es un apoyo, ya que el tiempo puede ser sugerido y ajustado sobre la base de las encuestas posteriores, y de cómo y qué situaciones mejoran progresivamente el nivel de madurez inicial.

En efecto, basta con preparar el conjunto de acciones que conducen a la mejora, junto con el calendario de aplicación y la conexión con las preguntas específicas del cuestionario para las que producen un efecto predictivo de aumento de la adhesión al modelo.

El modelo de madurez como cuadro de mando de GD y DQ

Además, el Modelo de Madurez puede asimilarse a un Cuadro de Mando de Calidad de Datos y Gobernanza de Datos. Las dimensiones de análisis son ciertamente el tiempo, los temas de Calidad de Datos y Gobernanza de Datos, las áreas de negocio que participan en las encuestas. Como tal, se convierte en una herramienta de toma de decisiones para fomentar la preparación de acciones de mejora: el análisis de los resultados, a diferentes niveles de detalle, puede poner de manifiesto las áreas que faltan o que, por estrategias internas, deben ser reforzadas.

Más aún si el Modelo de Madurez se integra con un repositorio que recoge la información y en el que fluyen las actualizaciones relacionadas con los temas de Calidad de Datos y Gobernanza de Datos: la evaluación de las respuestas del cuestionario puede ser sustituida por la reelaboración de KPIs que, por su naturaleza, ya responden individualmente a temas específicos: el Modelo de Madurez es un poderoso medio para expresar concretamente el valor intrínseco que persigue el establecimiento de un camino de Gobernanza y Calidad de Datos.